La poética de Robert Walser me penetró primero por los ojos antes que por la lectura. Sus microgramos, escritos en una caligrafía casi ilegible, muy pequeña, manuscrita y en lápiz, son reflejo de su vida y del contenido de sus textos. Parece como si no quisiera que fueran leídos, como si los ocultara en una serie de grafismos que sólo la verdadera voluntad de leerlos pudiera descifrarlos. Fuera su intención o no, su forma de escribir y su temática, de hecho, es un canto a la lectura difícil, a la falta de inmediatez frente a la aparente cotidianidad de sus relatos. Tal como dice su crítico Sebald, "las huellas que ha dejado Walser son tan leves, que casi han desaparecido". La última foto de él muerto, donde se ven ligeras huellas en la nieve, es todo un canto poético a lo que representa. Un personaje y escritor casi invisible en un mundo de lo visible.

 

Un tema sobre los que hace tiempo reflexionaba surgió de esta experiencia: La confrontación entre la existencia a través de la visibilidad y la existencia real. Unas hojas de papel carbón, que tenía desde hacía mucho tiempo, permanecían intactos en un cajón del taller. Sin embargo siempre estaban presentes en mi cabeza, ya que la magia y simbología del material, así como su relación con respecto a fuerza e inversión, están ligadas a ciertos conceptos del grabado. El acto de escribir manualmente sobre el papel carbón en todas las obras del proyecto puede parecer a primera vista inútil. Gran parte de este proceso no se visualiza claramente en la obra pero forma parte de un proceso donde la interiorización de la escritura y el gesto mínimo y minucioso es importante. En este proyecto aparece en todas las obras, sea como medio o como resultado. Copia, memoria, transcripción, grafismo, manualidad, conceptos relacionados de alguna manera con Walser. El acto de escribir en el papel, así como el de dibujar en la hoja o grabar en la matriz, se convierte muchas veces en un paseo por la memoria, las preocupaciones, las ocupaciones y los pensamientos. También el formato del libro, como contenedor de contenidos que esconde en su interior como objeto, da significado a las obras.